ADOLESCENCIA INFORME ESPECIAL

julio 7th, 2010 Publicada por alejandra

ADOLESCENCIA: ESA CRISIS NECESARIA Por Lic. Osvaldo Lazcano Romero
Psicólogo – Especialista en Clínica Psicológica
de la Adolescencia – M.P. 2208
Arminda Aberastury
La adolescencia es un momento crucial en la vida humana y constituye la etapa decisiva de un proceso de desprendimiento. Este proceso atraviesa tres momentos fundamentales: el primero es el nacimiento; el segundo surge al final del primer año de vida con la eclosión de la genitalidad, la dentición, el lenguaje ,la bipedestación y la marcha; el tercer momento aparece con la adolescencia.
Indicios de su comienzo
Posterior a la etapa en la que el niño y expresaba sus sentimientos con poca censura, y decía sin tapujos lo que pensaba, comienza un momento en que los niños, ( las niñas en forma más precoz que los niños), empiezan a ocultar lo que sienten y a manifestarse esporádicamente de manera crítica con los adultos significativos (especialmente padres y docentes ), se muestran hipersensibles, irritables, a veces distraídos, o con cambios de humor más o menos frecuentes etc., comienzan a hacerse evidentes los cambios corporales , y también las exigencias que el mundo adulto ejerce sobre ellos.
Han llegado a la adolescencia, proceso vital que es raramente comprendido por los adultos. Esta incomprensión de la dinámica propia del proceso y sus características, dan lugar a un desentendimiento generacional mutuo, por lo que es una edad catalogada como “conflictiva” , “difícil ”, “ tonta” y otros adjetivos que dan cuenta de la dificultad de comprensión y comunicación.
La adolescencia es una etapa especialmente temida por padres y docentes, y debiera ser menos conflictiva para nuestros hijos y/o alumnos, si no estuviera de por medio la dificultad para recordar nuestra propia adolescencia ( hasta hace poco tiempo el estudio de la adolescencia se centró solamente sobre el adolescente, este enfoque siempre será incompleto si no se toma en cuenta la otra cara de la crisis : la ambivalencia y la resistencia de los padres y la sociedad a aceptar el proceso de crecimiento ). La adolescencia es una etapa difícil y estructurante de las bases del proceso psicológico denominado identificación, es decir, el adolescente va tomando conciencia de su individualidad y de su diferencia respecto de los demás. Los padres dejan de ser unos personajes ideales y el adolescente comienza a encontrarles cada vez más defectos, hecho que muchos padres confunden con un rechazo del hijo hacia ellos, e incluso verbalizan que su hijo ya no los quiere, cuando en realidad no es más que la consecuencia de la superación de la infancia (dependencia); simplemente ahora los necesita menos. El mayor peligro del conflicto generacional no es que padres e hijos no se entiendan, sino que no se relacionen.
La adolescencia, desde el punto de vista psicológico, es un período de experimentación, de tanteos y errores. El comportamiento está caracterizado por la inestabilidad en los objetivos, conceptos e ideales derivados de la búsqueda de una entidad propia. Es una época en la que los estados afectivos se suceden con rapidez y pueden encontrarse disociados de cualquier causa aparente, aspecto que desorienta enormemente a los adultos.
Existe también una fuerte tendencia a la melancolía. Suelen ser proclives a extender las consecuencias de un fracaso a todos los planos de la actividad, tendiendo al fatalismo y la obsesión ante pequeños problemas físicos pasajeros como el acné, la obesidad, anomalías en el crecimiento, etc. En muchos casos llevan un “diario íntimo” que no es más que una conversación consigo mismo al no poder dialogar con alguien. El movimiento hacia los demás y la creación de pandillas es una expresión del deseo de darse a conocer o hacerse reconocer, del deseo de aprobación y de comprensión que son esenciales en este período.
Comienzan los primeros flirteos con los que descubren los juegos de seducción y los sentimientos amorosos con motivo de las relaciones interpersonales con compañeros del sexo opuesto. Progresivamente las experiencias sexuales directas van sustituyendo al flirteo, como consecuencia de las transformaciones de la mentalidad social general y el desarrollo de los métodos anticonceptivos.
La adopción de todas las formas de rebelión es otro de los aspectos destacados que caracterizan el comportamiento en esta etapa. Primeramente enjuician y acusan a su familia, actitud necesaria para la construcción personal de los valores que le permitan emanciparse; los padres captan perfectamente este movimiento y, por regla general, se resisten. La rebelión contra la sociedad se plasma en el clásico anticonformismo despreciando o desaprobando cualquier ley, disciplina o convención, provocando su adhesión a las corrientes extremistas. En su rebelión contra el universo enjuician el sentido de su propia existencia, de la vida misma y el significado de todo el universo. Por contra, la necesidad de recrear valores desemboca en personalidades ricas y fecundas, en una inspiración auténtica y en realizaciones de calidad, verdaderas renovaciones de las formas habituales de sentir, pensar y expresarse.
Cuatro aspectos importantes para el sano desarrollo del adolescente:
Vinculación:
El adolescente sufre numerosos cambios drásticos en sus vinculaciones con la familia, los amigos y el mundo que le rodea. Por un lado rompe amarras con la infancia y, por otro, explora nuevos lazos de unión con el mundo adulto, apartándose poco a poco de la relación de dependencia familiar hasta llegar a la independencia total. Si no obtiene una adecuada satisfacción de las vinculaciones que haya establecido en su vida probablemente será un adolescente que presenta alguno de los siguientes comportamientos:
• Es tímido, tiene pocos amigos o ninguno y elude de forma activa las situaciones sociales.
• Habla negativamente de la familia, de su raza o de su grupo étnico.
• es poco solidario, rara vez, o nunca, se ofrece para ayudar a los demás.
• No cae bien a sus compañeros, tiene dificultades de relación interpersonal
• Quiere ser el centro de todo e intenta atraer hacia sí la atención de los demás.
• Suele relacionarse más con cosas y animales que con gente.
• Le molesta tocar a los demás o que le toquen.
Singularidad:
El desarrollo del sentido de la singularidad se produce cuando se aceptan y estimulan dentro de la familia las cualidades especiales y las características poco usuales del individuo, de lo contrario:
• Hablará negativamente de sí mismo y de sus logros.
• Se enorgullecerá poco o nada de su apariencia.
• Buscará aquellas cosas que le asemejen a los demás antes que aceptar sus diferencias.
• Demostrará poca imaginación.
• Hará las cosas como se le diga, sin aportar modificaciones de su propia cosecha.
• Buscará el elogio y lo negará o desmerecerá cuando lo consiga.
Poder:
El sujeto humano debe tener recursos, oportunidades y capacidad para influir sobre su propia vida. Tener sensación de poder no es lo mismo que ser poderoso. El adolescente que tiende a manifestar su poder de manera excesiva sobre los demás, sea físicamente o mediante la manipulación psicológica, suele tratar de suplir así su carencia de sensación de poder, y presentará alguno de los siguientes comportamientos:
• Elude afrontar responsabilidades. No iniciará tareas por su cuenta y rechazará las que supongan un reto.
• Ser excesivamente exigente o terco.
• Querer siempre ser el líder o hacer las cosas a su manera, negándose a compartir la autoridad.
• Carecer de control emocional, con episodios continuados de furia, histeria, miedo o incapacidad.

Modelos:
Deben disponer de ejemplos o modelos humanos, filosóficos y prácticos, que le sirvan de punto de referencia para desarrollar valores personales. Los héroes y los ideales son muy importantes en esta época. El adolescente se apropia de caracteres de estrellas cinematográficas, músicos, exploradores, inventores, atletas, etc. y los elige como modelos, situándolos en un pedestal, y rodeándose de cosas de dichos modelos, carteles, autógrafos, discos, tratando de imitar su vestimenta y comportamiento. Esto suele provocar cierto malestar en los padres al sentirse desplazados. Los adultos suelen encontrar a los adolescentes desagradablemente idealistas, mientras los adolescentes suelen despreciar a los adultos que están con los pies en la tierra y sólo se ocupan de las cosas cotidianas. Un joven sin modelos:
• Se organiza mal tanto en ideas como en comportamiento.
• Confunde lo bueno y lo malo.
• Le cuesta decidirse a hacer o decir algo.
• Malgasta el tiempo en actividades aparentemente sin objeto, obsesionándose con actividades que no guardan relación con sus obligaciones más inmediatas.

Una pequeña reflexión final
Mirarnos en retrospectiva a nosotros mismos y hacer un ejercicio de recuerdos de aquello que sentíamos ante nuestro crecimiento y ante el incierto futuro, sin saber todavía quiénes éramos o quiénes seríamos, recordar la crítica a nuestros padres y profesores, nuestros cambiantes estados de ánimo, y también evocar el idealismo respecto a construir un mundo mejor que el de los adultos, es un ejercicio que quizás nos ayude a comprender mejor a nuestros adolescentes. Porque después de todo, los adolescentes que un día fuimos, en cierto modo, son los padres de los adultos que somos hoy.
Lic. Osvaldo Lazcano Romero
Psicólogo M.P. 2208
Teléfono (0351) 155-457279

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