septiembre 1st, 2009
Publicada por alejandra
La familia de Tomás Eslava
Su esposa Enriqueta Sigotto junto a sus dos hijos, y sus nietos estuvieron presentes en la oportunidad.
En el recuerdo de Enriqueta está que por aquellas épocas la luz era continua y tenían electricidad solo desde las seis de la tarde hasta las 12 de la noche y luego se extendió a los lunes y jueves por la mañana brindada por los motores de Paladini.
Con menos habitantes recuerda que se reunieron casi 52 personas para comenzar a trabajar en el año 59 en el proyecto de lo que sería hoy la Cooperativa, y entre los destacados que lo acompañaron están el Dr Lubrina, el Dr Ruiz, Don Roberto Castigliano, Don Manolo Castilla y tantos otros que querían darle solución a la problemática.
Doña Enriqueta recuerda todos los emprendimientos de su esposo, el negocio de Ramos Generales, hasta los primeros autos de alquiler, que en uno llevaba la correspondencia a Cintra, o el nombramiento que tuvo como comisionado municipal, y como olvidar el escritorio que atendía a la fábrica de La Gloria.
Hombre de inquietudes, tuvo la segunda casa de planta alta realizada por los Cavallin.
El legado que le dejo a sus hijos y que se transmite de generación a generación es que la única herencia que un padre le puede dejar a un hijo es el estudio. De allí es que su hijo fue ingeniero y su hija docente y hoy sus nietos ya tienen sus estudios universitarios.
Por su parte Doña Enriqueta fue reconocida como repostera junto a su hermana Margarita y las numerosas prendas tejidas con su primera máquina.
