Los festejos del bicentenario hicieron rebrotar el sentido patriótico y unieron a los argentinos bajo el color celeste y blanco sin distinción.
Quien pudo participar del acto del 25 de mayo en San Antonio de Litín, no deja de asombrarse de las capacidades y competencias cuando se trabaja unido y en función de un objetivo. El evento ha demostrado que todo se puede lograr . Los laureles se los lleva , en primera instancia, quienes recrearon la réplica del Cabildo que, con esmero y dedicación, pusieron empeño e hicieron sentir que aquel viejo edificio era el cabildo de Buenos Aires. Luego, las representaciones recreando la época colonial y actual a cargo de niños, jóvenes y adultos de diferentes instituciones dejaron en claro que cuando hay trabajo y buena voluntad es posible. En el aire del 25 litiniense flotó la unión, la libertad y el amor por esta tierra bendita como resultado de la participación y compromiso de diferentes instituciones, ideologías, sectores sociales, edades, religiones, y el acompañamiento activo de padres y público en general que conforman nuestro pueblo y zona rural. ¡Viva la patria! porque fue una verdadera fiesta donde se puso de manifiesto que hay esperanza de un futuro mejor cuando se trabaja codo a codo.