“Corren los días, y la alegría persiste en los litinienses” Por fin todos nos hemos puesto la misma camiseta, la del celeste. Fue un triunfo necesario y esperado, necesario porque la sociedad en general sufre las consecuencias de una epidemia que golpea y asusta y una crisis económica que nos mantiene quietos , hasta parece que dejo de lado la esperanza de hacer, de crecer ,de progresar y de soñar.
Por otro lado necesario porque parecía el sueño de unos “pocos locos ” que querían hacer fútbol por el placer propio, y en la caravana del domingo y en la algarabía de las cuatro esquina estaba todo el pueblo.
El fútbol tiene esa mística, que convoca, apasiona, transforma, une. Esa es simplemente la razón por la que hay que “hacer fútbol” a pesar de los costos, a pesar del trabajo. Si del trabajo de unos pocos , para la alegría de unos muchos. Por eso tal vez, tengamos que recordar, que en la vida no son solo éxitos y que hay que acompañar sin bajarse del tren ante la menor piedra.
Felicitaciones a los que soñaron y trabajaron ya sea desde la gestión, como deportistas, como simplemente enamorado de la camiseta celeste. Invitación a los que no se sumaron y a los que no creen que siempre “es posible si se trabaja convencido de ello”.